Procede de las variedades Palomino y Airén blanca, y la legislación obliga a que sea envejecido en botas de roble de menos de 1.000 litros que anteriormente hayan contenido vino de Jerez.
El color del primero es ambarino, amarillento y claro; el color del Solera Reserva es más intenso y en el Solera Gran Reserva predominan los tonos yodados y caobas; algunos Soleras Gran Reservas denominados también de Categoría Especial, pueden contener aguardientes de más de 50 años de antigüedad; son únicos y de escasa producción.
A la hora de catarlo, el primero nos dará una sensación más alcohólica que el Reserva o Gran Reserva, y en los últimos nos aparecerán sabores ligeramente dulces y amargos y serán más espesos cuantos más años hayan envejecido.
